viernes, 19 de noviembre de 2010

Dios los cría

Los hechos que a continuación se van a relatar pertenecen al mundo de la ficción; cualquier parecido o similitud con la realidad reside, únicamente, en la mente del lector.
“Buenos noches Salvador”. El afamado tertuliano televisivo dirigía sus pasos hacia el interior de la noble mansión mientras la chica del servicio cerraba la puerta con delicadeza. “Hombre, ya era hora, estábamos a punto de comenzar, ven, siéntate aquí”. Don Fernando Sánchez, el dueño de la finca, parecía exaltado ante la presencia de su invitado. Tras una breve conversación de rigor, el señor aristócrata y escritor hizo desfilar el material que tenía reservado para esa noche. “Diana, búlgara, trece añitos, una joya. Esta es Anabel, tiene dieciséis, está en su punto mágico de tensión sexual, como a ti te gusta. Aquí viene mi favorita, una belleza asiática, Gong Chae, ronda los doce” espetaba Don Fernando entre risas. La distendida conversación se desarrollaba a la vez que las jóvenes promesas televisivas, o también conocidas como velinas, hacían su trabajo con celo y esmero.
“Después de este refrigerio sexual, vamos a hablar de negocios” ahora sí, una larga conversación de audiencias de televisión, libros, y política. “Esta semana presento mi libro, va a ser un bombazo” se jactaba el escritor, brandy Conde de Garvey en mano. “seguro, es pura literatura” respondía Salvador depositando su Gin Tonic sobre la mesa.