sábado, 29 de enero de 2011

El paraíso

Los políticos son a la realidad lo que la Biblia es a nuestro mundo. Por poner un ejemplo,  los cuatro evangelistas se afanaron en describir y respaldar como Jesús sació a cinco mil hombres con cinco panes y dos peces, ¿milagro o truco?
Al parecer, en el transcurso de este extraño suceso, se produjo una multiplicación espontánea que permitió llevarse a la boca el alimento, que apenas quitaría el hambre de una pequeña familia, a toda una multitud.

Los políticos de hoy día también hacen milagros. Sin ir mas lejos, Alberto Ruiz Gallardón ha conseguido, de súbito, reducir la contaminación de la capital de España un 26%. ¿Cómo lo ha conseguido? ¿Asistimos a un nuevo milagro? Según la clase política, este hecho se atribuye a la aplicación de una serie de medidas sostenibles en pro de la salud de los ciudadanos para reducir la cantidad de dióxido de nitrógeno que nos tragamos por la boca. Sin embargo, esta espontánea reducción de emisiones no se puede achacar a una reducción del tráfico, ni a un plan de renovación del parque automovilístico, ni a la creación de zonas de bajas emisiones. Nada de eso.
La Guardia Civil, tras la denuncia de unos ecologistas, se percató de que el ayuntamiento eliminó algunas estaciones de medición y cambió otras de lugar. Se da la casualidad de que las estaciones que liquidó eran las más contaminantes y las que movieron de lugar fueron a parar a zonas sin apenas tráfico, en definitiva, un pequeño truco para engañar a la población y hacernos creer que respiramos un aire más limpio cuando no es así.

Para muchos, Alberto Ruiz Gallardón es uno de los mejores alcaldes que Madrid ha tenido en su historia, al igual que para otros Jesucristo fue el individuo más espléndido y bueno que el mundo ha visto jamás.
Sin embargo, algunos estamos ya hartos de que nos tomen el pelo; ni el hijo de Dios alimentó con un par de peces a la población equivalente a un barrio entero de Madrid, ni nuestro Alcalde ha transformado la capital, por mucho que se empeñe en contarnos, en el paraíso de Dios en la Tierra.